Retrato del filósofo Diógenes en compañía de su perro. Óleo pintado en 1902 por D. E. Pugons, artista cuya biografía es desconocida.
El nombre del autor y la fecha de realización se saben porque los incluyó en el lienzo. Diógenes come un mendrugo de pan, y el perro
con sus mofletes abultados le pide que comparta, ya que el pan para un perro no es un gran manjar, pero le nutre más que las hierbas.
Lo encantador de la obra, es que están ellos dos enfrascados en su 'conversación' sin importarles el resto del mundo y sus prejuicios.
De los múltiples retratos que se han hecho del filósofo, este destaca por su amable expresión de sabio bondadoso, y no de viejo loco.
El nombre del autor y la fecha de realización se saben porque los incluyó en el lienzo. Diógenes come un mendrugo de pan, y el perro
con sus mofletes abultados le pide que comparta, ya que el pan para un perro no es un gran manjar, pero le nutre más que las hierbas.
Lo encantador de la obra, es que están ellos dos enfrascados en su 'conversación' sin importarles el resto del mundo y sus prejuicios.
De los múltiples retratos que se han hecho del filósofo, este destaca por su amable expresión de sabio bondadoso, y no de viejo loco.