El león Cecil con una leona en el campo de Linkwasha, dentro del Parque Nacional de Hwange, Zimbabwe. Fotografía: Brent Stapelkamp [2015]
Cecil era un león protegido, el más grande de Zimbabwe, a donde atraía turistas de todo el mundo y era adorado por naturalistas y fotógrafos.
Walter James Palmer, un dentista afincado en Minnesota, acudió el 1 de Julio de 2015 a una cacería furtiva en la que contrató por 50 mil dólares
los servicios del cazador y guía profesional Theo Bronkhorst, acusado de no impedir la muerte del león. Palmer disparó, tras atraer con un cebo
muerto al león fuera del Parque Nacional de Hwange, con su arco y flecha, dejándole malherido. Tras perseguirle dos días le hallaron moribundo
y Palmer le remató. Después le cortaron la cabeza y le desollaron. Los dos cazadores intentaron arrancar el chip con GPS que la universidad de
Oxford había colocado en la piel del león para estudiarlo. La cabeza y la piel del león ("trofeos") fueron encontradas en la localidad de Bulawayo,
a donde Bronkhorst las trasladó días después para que un taxidermista las preparase, planeando mandarlas a Estados Unidos. Al trascender su
Cecil era un león protegido, el más grande de Zimbabwe, a donde atraía turistas de todo el mundo y era adorado por naturalistas y fotógrafos.
Walter James Palmer, un dentista afincado en Minnesota, acudió el 1 de Julio de 2015 a una cacería furtiva en la que contrató por 50 mil dólares
los servicios del cazador y guía profesional Theo Bronkhorst, acusado de no impedir la muerte del león. Palmer disparó, tras atraer con un cebo
muerto al león fuera del Parque Nacional de Hwange, con su arco y flecha, dejándole malherido. Tras perseguirle dos días le hallaron moribundo
y Palmer le remató. Después le cortaron la cabeza y le desollaron. Los dos cazadores intentaron arrancar el chip con GPS que la universidad de
Oxford había colocado en la piel del león para estudiarlo. La cabeza y la piel del león ("trofeos") fueron encontradas en la localidad de Bulawayo,
a donde Bronkhorst las trasladó días después para que un taxidermista las preparase, planeando mandarlas a Estados Unidos. Al trascender su
fechoría y divulgarse su nombre y dirección, Palmer, que había regresado rápido a Minnesota, cerró su clínica y huyó a paradero desconocido...
La caza furtiva se penaliza en Zimbabwe con 21 años de cárcel. Las autoridades iniciaron trámites para solicitar a USA la extradición de Palmer,
el cual ha matado a osos protegidos en su propio país, ha pescado sin licencia, y se retrata sonriente en multitud de macabras fotos, junto a los
cadáveres de sus víctimas: Búfalos, muflones, pumas, leopardos, leones y hasta rinocerontes negros, especie en inminente peligro de extinción.
La caza furtiva se penaliza en Zimbabwe con 21 años de cárcel. Las autoridades iniciaron trámites para solicitar a USA la extradición de Palmer,
el cual ha matado a osos protegidos en su propio país, ha pescado sin licencia, y se retrata sonriente en multitud de macabras fotos, junto a los
cadáveres de sus víctimas: Búfalos, muflones, pumas, leopardos, leones y hasta rinocerontes negros, especie en inminente peligro de extinción.
En Avaaz se recolectan firmas al respecto (llevan ya más de 1 millón): . ■ Europa y USA, salvad los leones africanos